Ya os conté la semana pasada que a esta boda fui hecha un Cristo, lo que no os conté fue lo bonito que estaba todo y lo bien que lo pasamos.
Una boda diferente, muy bonita, llena de detalles y de atenciones para los invitados (pequeños y grandes). Una boda celebrada en casa, claro que hay que tener esa casa... y hay que ser muy amiga de una weddidng planner capaz de convertir un pavo en un cisne y que además esté casada con un super cocinero que te prepare las delicatessen más ricas del mundo.
¿El resultado? Una ceremonia de lo más emotiva y un fiestón increíble
¡Los novios estaban guapísimos, la niñas de película, la comida de muerte y los mojitos muy pero que muy buenos!!
Me encanta este blog, porque sera...
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