Córdoba con niños

29 abril, 2014

Todos los años las mujeres de la casa solemos hacer un escapada, dependiendo de la pasta que tengamos vamos más o menos lejos, y este año, como la economía está como está, lo más que nos hemos permitido han sido unos días en Córdoba. Cuatro días de los que no podíamos perder un sólo segundo. 
Otros años no teníamos  más preocupaciones que organizar los días y hacer buenas fotos, pero este año con la peque la cosa ha cambiado un pelín...
 
Salíamos a las 10 de la mañana del hotel y no regresábamos hasta por la noche, lo que implicaba llevarnos la casa a cuestas. Hubo algún momento en que me sentí como una autentica indigente con todas mis pertenencias en un carro y deambulado por la ciudad: ropa de abrigo para primera hora de la mañana y última de la tarde, algún juguete, botellas de agua (varias), las cazadoras nuestras (3), potito de la comida y de la merienda, cucharas y servilletas, una mantita, gusanitos (por si acaso), un par de guías de la ciudad, los zapatitos (que se los quitaba cuando la sentaba en el coche porque el saquito es blanco),  toallitas y pañales para todo el día, cámara de fotos (pequeña, gracias a Dios), los suvenirs que iban cayendo a lo largo del día, un paraguas y el plástico de la lluvia (por si acaso), y puede que hasta llevará algún vestido de faralaes también, por si acaso.
 
Eso sumado a las carreras a todos los sitios, a preguntar en cada monumento si había escaleras y si podía pasar con el carro, a andar por las callejinas con miedo a que apareciera algún coche ya que era  él o yo, darte cuenta que llevabas 4 horas sin cambiar el pañal de la niña, o 5 sin darla de comer, aparcar el cochecito en la entrada de los patios, niña en brazos, visita del patio, vuelta al coche, patio siguiente, volvemos a aparcar, niña en brazos... y así sucesivamente... plegar y desplegar el carro cada vez que cogíamos un taxi (que como íbamos siempre a prisas, alguno que otro cayó, muy baratos, por cierto), y como última pega y no por eso menos importante, nada de salidas nocturnas... a dormir prontito al hotel!
 
Conclusión: Córdoba es preciosa, volvería mañana mismo con mi peque y con otras tres más!
 
 
 
 
 
 
 


 

El ramo de la novia

14 abril, 2014

Si antes os daba mucho la vara con Mi pequeña del alma, ahora os aburriré con los preparativos de la boda de mi hermana. Se nos casa en un par de meses y estamos como locas con los preparativos. Este fin de semana ha tocado: el ramo de la novia. A mí me hubiera encantado ir a Bucaro, sentarme allí, elegir un ramo precioso y listo, pero en lugar de eso me llevé a mi hermana a un pueblito de la Zamora más profunda, llegamos a casa de la florista, una vecina nos dijo que estaba en el invernadero, la fuimos a buscar dando un paseo y regreso a su casa para sentarnos con un papel y un boli, y con sus manos de super-curranta diseñarnos el ramos que mi hermana quería.

Una cosa menos! (Dentro de nada os enseño el resultado)




Renovando la cristalería

08 abril, 2014

Unas cuantas bodas y el verano a la vuelta de la esquina, sí o sí hay que ponerse a dieta. El lunes por la mañana empezamos con mucho ánimo, pero a medida que pasan las horas mi cuerpo no hace más que pedirme nocilla. Creo que estoy enganchada. Enganchada a los sándwiches de nocilla con pan de molde, a los bocatas de nocilla con pan de pueblo y también a los vasos de nocilla. Los tengo de Rosario, de Jordi Labanda, de los Angry Birds, de Agatha Ruiz de la Prada, de Vitorio & Luccino... vamos, todos! Pero los que más me gustan son los vasos grandotes, rendidtos, no me digáis que no son una monería con sus súper pegatinas resistentes a las 3 horas de lavado del programa eco de mi lavavajillas!!!
En cuanto acabe el bote que tengo en la despensa, palabrita que me lo tomo en serio.










Como pasar de normal a Mª Angustias en 9 meses

01 abril, 2014

Para hoy tenia preparada otra chorrada que contaros, pero resulta que mi amiga y fan nº1 de los martes (y creo que la única), acaba de ser mamá. Alicia, por fin, se ha decidido a venir al mundo y estamos todos encantados!




Lo he comprobado personalmente, tener un bebé es la manera más fácil y rápida (en tan sólo 9 meses) de convertirte de persona normal a Mª Angustias-ñona-sensiblona-nopuedovivirsinmihija.

Yo antes criticaba mucho a las mamás que no se separaban de sus retoños, que era imposible hacer planes con ellas, que te contaban hasta la más mínima gracieta de sus peques.. bueno, pues resulta que ahora yo soy mucho peor que todas ellas!!! Vamos, que voy a depilarme y después de 50 minutos voy corriendo a casa de la abuela porque ya llevo mucho tiempo sin ver a mi pequeña del alma!!!

Todavía recuerdo (y fijo que ella también), la vez que llamé a mi cuñada (madre experimentada) para decirla que mi nena tenía un moco y que a ver  que hacía.. sí, sí, ¡¡un moco!!! ¡¡Su primer moco!!! ¡Qué vergüenza, por Dios!! ¡Era como para matarme!!!!

Supongo que ser madre es un poco eso, todo tu mundo se centra en los pequeños, los quieres y adoras como no lo has hecho ni lo harás con nadie jamás, babeas al mirarlos, si les sale un grano es una verdadera desgracia y si encajan dos piezas del lego estás más feliz que si te hubiera tocado la primitiva.
¡Cómo se podrá querer tanto a una cosa tan pequeña!!

Mis más sincera enhorabuena a todas las mujeres (las hay, lo sé) que han tenido peques y no se han vuelto María Angustias. Yo tampoco quería, pero...

Laura, bienvenida al mundo de las Angustias (espero que tú seas de las mías) y ENHORABUENA, tienes una nena preciosa que ha escogido el mejor día de la semana para nacer!!