Mi amiga Clara

Vale, lo confieso, escribí a la revista Clara para ver si ellos obraban un milagro y me adelgazaban un poco. Por lo que veo en la revista cogen a señoras bien entradas en carnes, las ponen a dieta, masajes, saunas, chapa y pintura, y al cabo de unas semanas como nuevas y entrando en su vaqueros de solteras. ¡Yo también quería!

Desgraciadamente me dijeron que estaban saturados de gordas y que si tenía algún consejillo de decoración, truco casero o parecido, eso sí que me lo publicaban. Pues nada, dicho y hecho. La barriga no me la han quitado, pero me han puesto una ventana divina en mi espalda, cuando yo no tenía más que azulejos blancos. Gracias a la gente de Clara (que tengo que reconocer que son majísimos y que tienen una revista genial que compro todos los meses salga yo o no salga), ahora me siento casi famosa y mi cocina mola mucho más!!!