Cuando una va de excursión y lleva la cámara ya sabéis lo que pasa, que nunca sale en las fotos. Vas a los sitios y a la hora de ver fotos parece que no estabas allí, por eso el finde pasado me planté y busqué un mega-plan para aparecer en alguna fotografía: le deje la cámara-b a mi sobri de tres años y vía libre para retratarnos.
Resultado: Pedraza vista por un mico de 3 años, y yo encanta de aparecer por algún lado. Os dejo sus mejores fotos.